El martes 14 de mayo, a las 15.00, se celebró en el Auditorio Eduardo Granados, el School Assembly de Primaria de este trimestre. El encuentro fue presidido por el director del centro, el P. Juan Antonio Granados García, dcjm, acompañado por la Coordinadora de Primaria, Miss Ana Larrú Ramos y por el P. Stefan Zarnay, dcjm.
El P. Juan Antonio comenzó su intervención acercando a los alumnos al misterio de Fátima. «Corria el año 1919, hace 100 años. Y en la habitación de ese hospital en Portugal, un niño de la edad de 6º de Primaria sufría. Pero sufría con luz en su rostro, sereno y tranquilo y preocupándose por los demás en el aquel hospital. Su nombre era Franciso Martos». El P. Juan Antonio quiso resaltar ante los asistentes la grandeza de uno de los pastorcillos de Fátima: que con sólo 11 años se mantuvo siempre sereno a pesar de la enfermedad grave. EL director del centro continuó: «El secreto de este chico lo vamos a entender ahora: Dos años antes, 1917, iba con su hermana Jacinta y su prima Lucia llevando por el campo a su rebaño de ovejas. En uno de esos paseos, trabajando, colaborando con la familia, tuvieron un encuentro. Una Mujer – dicen los relatos – más bella que el sol, resplandeciente como el sol. Una Mujer que les dice ‘os necesito para que cooperéis con Jesús’. Dicen los relatores que Francisco solo veía. Que Jacinta y Lucia oían. Y descubrieron que era Maria: La Virgen. Fátima».

Todos los alumnos estaban expectantes ante las palabras del P. Juan Antonio y escuchaban con antención. «¿Y qué le dijo esta mujer a Francisco que le cambio el corazón?», preguntó el P. Juan Antonio. «¿Qué le hizo tener una madurez nueva? La Mujer con su mirada le dijo ‘Aprende a Contemplar a los demás’. Francisco no oía, sólo veía, por eso los ojos de Francisco fueron unos ojos que aprendieron a mirar. Dicen que en esos dos años los ojos de Francisco aprendieron a mirar mejor las cosas. Ya no miraba a sus compañeros igual que antes. Veía a sus compañeros como personas que Jesús ponía delante de él para que les ayudara». El P. Juan Antonio contaba también cómo algunos días Francisco desaparecía , y le encontraban en la capilla del pueblo escondido a los pies del sagrario. «Ojos grandes que aprendieron a mirar a Jesús en la eucaristía y luego a mirarle en los compañeros».

Todo el auditorio se mantenía en silencio cuando el director se dirigió a los asistentes y preguntó: «¿Y Jacinta?», prosiguió: «Una niña muy especial que prendió a escuchar a la Virgen y a obedecer. ‘Madre, dame un oído grande para escuchar al que sufre y estar allí’. Jacinta se ofreció por los que sufrían. Francisco se fue al Cielo en 1919 y Jacinta en 1920. El P. Juan Antonio lanzó otra pregunta: «¿Qué les quiero decir yo hoy a estos alumnos y alumnas de Primaria que son Francisco y Jacintas? Veo corazones de Jacintas. Corazones de chicas que van a escuchar bien a aquel que sufre para darle la mano. Chicas que no miran la queja ni buscan envidias, si no que buscan y escuchan, como Maria. Y veo chicos con ojos grandes, con chicos con el corazón como el de Francisco».
P. Juan Antonio Granados García, dcjm
«Ojalá, cuando pasen 100 años, puedan estar hablando de cada uno de nosotros porque vimos la luz que nos dieron santos como Francisco y Jacinta».
«En Stella Maris – iba terminando el P. Juan Antonio – nadie se mira a si mismo. Tengo un deseo en el corazón: ni Francisco ni Jacinta perdieron su alegría por servir a Jesús y a Maria. Al revés: la hicieron más extensiva. Hoy 100 años después seguimos hablando de ellos y ojalá, cuando pasen 100 años, 2119, puedan estar hablando de cada uno de nosotros porque vimos esa luz que ellos nos dieron, y que además estemos en el Cielo con Dios dando luz desde arriba».

Tras un gran aplauso a las palabras del director del centro, la coordinadora de primaria, Miss Ana Larrú, animó a los asistentes «a hacer ese esfuerzo de estar pendientes de nuestros compañeros en cada una de las situaciones de nuestra vida, en el aula». Miss Ana continuó diciendo «el final de curso es muy intenso, vienen muchas celebraciones y junto a ello el gran empujón académico de fin de curso (trabajo y lucha). Quiero animaros a seguir con fuerza hacia delante y con alegría, como lo hicieron Francisco y Jacinta». Y Miss Ana les preguntó con fuerza ante el asombro de los alumnos: ¿Quién está solo de aquí a final de curso? ¿Quién de los aquí presentes va a acabar el curso él solo?» Ante un breve silencio prosiguió: «Ninguno estamos aquí solos. Tenemos, sobre todo, a los tutores ¡que no están en el bando enemigo! Son nuestro apoyo, camino, ayuda… ante cualquier dificultad. Ellos están ahí para orientarnos y darnos ayuda y consejo. Y juntos el éxito esta asegurado».
Miss Ana Larrú Ramos
«No estamos solos. Tenemos a los tutores ¡que no están en el bando enemigo! Son nuestro apoyo, camino, ayuda… ante cualquier dificultad. Juntos el éxito esta asegurado».
Tras estas motivadoras palabras, se procedió a la firma en el Libro del Director a aquellas menciones especiales del trimestre de aquellos alumnos con ojos, oídos y corazón grande de los que se hablará dentro de 100 años.
Ivan Fernandez Joven (5ºB) ganador en la XXIII Edición del Concurso de Primavera de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid.
Alejandra Gomez Cruz (5ºA) ganadora de su categoría en la Spartan Race Kids en San Rafael (Segovia) el pasado 4 de mayo.
Emma Gelpi Gonzalez (1ºC) Medalla de Oro de su categoría en el VIII Cross Torrevilano – en representación también de todo el equipo de participantes en el Cross que ganó el Trofeo de Campeón por Equipos.
