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«Cada aula decide si hay una tragedia o un milagro»

«Queridos alumnos de secundaria y Bachillerato, hoy quiero recibiros con un acontecimiento que ha sido tratado por algunos de tragedia y por otros de milagro». Con estas palabras comenzaba el P. Juan Antonio un School Assembly muy buscado durante estas semanas que ha reunido a los delegados de cada aula y a los ganadores de las menciones del trimestre.

«En el año 1972, el 13 de octubre, un avión de las fuerzas aéreas uruguayas sobrevolaba los Andes. El piloto se equivocó y comenzó el descenso antes de tiempo en busca del aeropuerto y se encontró de frente con una montaña que intentó sortear pero que hizo que el avión se estrellara en las altas cordilleras. 3570 metros de altura. Glaciar perpetuo, tormentas de nieve.

Al estrellarse el avión salvaron la vida unas 40 personas la mayoría de ellos miembros de un equipo de Rugby de Chile. Las fuerzas de rescate pensaron que no habían sobrevivido confundiendo el blanco del fuselaje con la nieve y a los 8 días de comenzar la búsqueda cancelaron las tareas de rescate. Y quedaron las 40 personas metidas en un trozo de avión en la nieve perpetua de un glaciar a 3500 metros de altura y a muchos cientos de km de la civilacion mas cercana». Todos los alumnos escuchaban estupefactos y muy atentos a cada detalle.

El P. Juan Antonio prosiguió: «Quería hoy traer este relato aquí a nuestra School Assembly y sobre todo la forma de compartirlo con el mundo de Nando Parrado – uno de los jugadores de Rugby que se atrevió a ponerse en camino. El grupo entendía que había que caminar».

El director preguntó a los asistentes: «¿Cómo sobrevive un grupo de 40 personas en esta situación? Por tres motivos, explica Parrado : porque había un deseo común de vivir; porque teníamos una fe compartida – Dios nos quiere vivos – y porque se dio un esfuerzo por cada uno de ponerse en juego por el bien común.»

Una fe común.

Un deseo común.

Una obediencia al que entendían iba siendo el líder.

El P. Juan Antonio continuó diciendo que «la ESO y Bachillerato somos aulas, somos clases. Y cada clase decide como se sitúa. Cada clase decide como cuidar el deseo común de cuidar de otros. Cada clase decide si hay una tragedia o un milagro. Y yo pregunto: ¿Cómo es la clase en la que estas? ¿Cómo luchamos por ir ganando terreno en medio de las dificultades que encontramos? ¿Cómo nos apoyamos en el deseo de mejorar? ¿Cómo asumimos las responsabilidades que nos corresponden? Porque de las respuestas a estas preguntas depende el fruto que demos. Cada aula decide. No es verdad que un aula es buena y otra es mala. Hay aulas acomodadas en la mediocridad y aulas que deciden seguir caminando. A veces hay dificultades que no son inmediatas y la clave es afrontar.»

«Hago un llamamiento a todas las clases de ESO y Bachillerato – ya finalizaba su intervención – Bachillerato: dos clases llenas de promesa – son luz mirando las dificultades y cada día tienen que dar más, lo mejor.

ESO de 3º y 4º: tirar de los de abajo. Son aulas llenas de esperanza y fruto

1º y 2º ESO: Plantearse que tienen un camino hermosísimo y ayudados por los tutores tirar hacia delante.

Tenemos mucho equipo. Mucha esperanza. Muchos dones que compartir. Ojalá cada aula pueda, con la ayuda del tutor, ver qué luz puede dar al bien común. En breve me reuniré de nuevo con los delegados, quienes pueden exponerme las cuestiones que necesiten y pedir ayuda que la proporcionaremos si es necesario.»

«Cuando Canessa y Parrado llegaron a la pradera – sin calzado y sin la ropa adecuada –  le preguntaron a Parrado: ¿Cómo has podido hacer esto? Y Parrado contestó: el deseo de abrazar a mi padre y consolarle me llevaba de la mano. No podría haberlo hecho sin la memoria continua de mis compañeros que confiaron en mi y que estaban en el fuselaje sufriendo frio pero con la esperanza de que triunfaríamos. Que seamos cada uno como este Nando Parrado.»

Confiar en aquel que busca el bien común

Tras las palabras del P. Juan Antonio se entregaron las menciones del trimestre por cursos y la firma en el libro del director de Miranda Pérez, alumna de 2º de Bachillerato quien ha conseguido en el examen oficial de Cambridge la calificación de C1.

La coordinadora de etapa, Dña. Carmen Pérez-Aguilera se dirigió a los asistentes hablándoles de la virtud de la obediencia. «Hoy en día esta muy arriba el concepto de justicia y abajo la obediencia – comenzó -. Uno piensa que por obedecer le van a quitar la libertad. La obediencia es una actitud responsable, de colaboración, de participación. Importante en todas las buenas relaciones, en la convivencia en el colegio, en hacer bien las tareas, los trabajos. No supone perdida de libertad: es tener una persona de referencia. Los jugadores de Rugby se fiaron del que tenia conocimiento y miraba por el otro. Independientemente de las condiciones de cada uno. Confiaron en esa persona que buscaba el bien común. Estad atentos a las luces que os dan las personas que os ayudan dia a dia y os ayudan a distinguir lo bueno y lo malo.»

Oración y trabajo

El capellán del colegio, el P. Francisco Vidal, invitó a los alumnos a vivir fervientemente el Año dedicado a San José. «Me gustaría terminar esta School Assembly colocando delante de nuestra mirada a un hombre decisivo en este segundo trimestre: la figura de San José. Este año se cumplen 150 años de que fue declarado patrono de la Iglesia Universal y el Papa nos ha concedido un año dedicado a San José. Tanto en el templo como en el mosaico de la entrada le tenemos presente.

José sintetiza muy bien esos dos movimientos decisivos para la grandeza de la vida que hemos retomado en este segundo trimestre: SICAR, comienzo en este segundo trimestre, y Ramos para terminar. Entre SICAR y Jerusalén tenemos esas dos dimensiones de la mano de José donde aprendemos a reconocer la grandeza de nuestra vida: oración y trabajo, dos realidades íntimamente unidas. «

Para terminar y lanzar un mensaje de esfuerzo y ánimo a los alumnos, el P. Paco les condujo a la imagen de San José en el mosaico de entrada del colegio: «La imagen de rematar bien queda bien reflejada en la imagen de San José en el mosaico, el cual tiene un martillo en la mano. El martillo es muy importante para clavar bien el clavo. Si uno no da bien el golpe, el clavo no entra. Ahora es un momento importante para rematar el estudio, la oración… para que nuestra vida no entre torcida y demos buen fruto.»