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Cómo ayudar a nuestros hijos a pronunciar mejor

A veces ocurre que nuestro hijo no pronuncia correctamente un sonido y nos dicen que no realiza bien las praxias. Pero, ¿Qué son las praxias?

Son aquellos movimientos organizados, más o menos difíciles, que realizamos para aumentar el tono bucofacial y que nos preparan para pronunciar correctamente los diferentes fonemas de la lengua hablada.

Ayudan a ejercitar y trabajar todos los órganos: boca, mandíbula, lengua, labios, velo del paladar y músculos cercanos a la boca.

El niño debe tener una coordinación y unos movimientos muy ágiles para hablar correctamente. Además, con la boca no sólo hablamos, sino que los movimientos que realicemos también implican a la deglución o al soplo. Si el niño no hace correctamente los movimientos precisos para la producción de un sonido, se traduce en un movimiento erróneo de los músculos responsables de articular bien el sonido, y por tanto, una errónea articulación. También debemos tener en cuenta que esta correcta articulación depende del proceso evolutivo del niño y de su edad.

¿Cómo se realizan las praxias?

Se debe establecer un momento al día estableciendo así una rutina. Lo más fácil es que tanto adulto como niño se sienten delante de un espejo para observar los movimientos y así compararlos. Gracias a esto, podrán ver los progresos alcanzados.

Es muy importante no corregir el fonema que hace mal, sino enseñarle uno nuevo para que más tarde, cuando lo consiga, sustituya al que estaba mal, para evitar que cree una tensión en los órganos que debe poner utilizar.

Los ejercicios han de ser de corta duración para evitar que se desmotive o se canse.

A continuación tenéis una batería de ejercicios para practicar con vuestros hijos.

Ejercicios linguales:

  • Mover la lengua de derecha a izquierda, tocando la comisura.
  • Llevar la lengua arriba y abajo, manteniendo la boca abierta.
  • Con la punta de lengua empujar una mejilla y otra alternativamente.
  • Pasar la lengua por los labios realizando un  movimiento rotatorio.
  • Colocar la lengua arriba y abajo, detrás de los incisivos superiores e inferiores.
  • Chasquear la lengua.
  • Hacer ejercicios de vibración de lengua.
  • Barrer el paladar con el ápice de la lengua.
  • Sacar y meter la lengua, de la boca a distintos ritmos.

Ejercicios con los labios:

  • Con los labios unidos, ponerlos en posición de beso y de sonrisa.
  • Sonreír sin enseñar los dientes.
  • Sonreír enseñando los dientes.
  • El labio superior chupa al inferior.
  • El labio inferior chupa al superior.
  • Con los incisivos superiores morder el labio inferior.
  • Hacer vibrar los labios.
  • Imitar la posición de las vocales ia y ua.

Ejercicios de mandíbula y de mejillas:

  • Abrir y cerrar la boca rápidamente.
  • Abrir y cerrar la boca lentamente.
  • Llevar la mandíbula hacia delante y hacia atrás.
  • Bostezar con la boca abierta.
  • Bostezar con la boca cerrada.
  • Masticar exageradamente, descansar y volver a masticar.
  • Inflar y desinflar las mejillas.
  • Inflar las mejillas, pasar el aire de una mejilla a otra.
  • Succionar las mejillas simultáneamente.

Ejercicios con el velo del paladar:

  • Toser.
  • Hacer gárgaras.
  • Pronunciar la vocal a.
  • Pronunciar la vocal i sostenida (iiiiiiiiii)
  • Chupar con una pajita.
  • Soplar.
  • Bostezar.

No olvidéis que a los niños se les enseña en forma de juego y los papás debéis disfrutar haciendo los ejercicios con vuestros hijos.